Moreno de un café crema, moreno de un canela dulce, melasa brotan tus besos, besos de caoba, besos que atardecen. Azabache tu crin, cortando el viento, azabache tus ojos, rojo tu sexo. Manos rugosas, piernas fuertes, mirada de hombre, mirada celeste.
¿Qué hay, señorinos y señorinas? Ya estaréis contando ovejitas o algún desgraciado irresponsable como yo estará aún escribiendo sus cuestiones aquí para el, oh, fantabuloso día de mañana, el examen. No tiene sentido ocultarlo aquí al ladito pone a qué hora he tenido la desfachatez de subir la suculenta entrada de turno que en este caso es: El Color.
Aún en las decadentes condiciones neurológicas en que me encuentro ahora mismo espero que consideréis esta entrada como mínimo exquisita, ya que se trata de un trabajo fruto del amor más profundo y tierno que habrá podido verse jamás en cualquier romancero.
Mi esposísima Claudia Hidalgo y yo compartimos el placer de plasmar nuestros votos en este trabajo en el cual hablaríamos del fogoso Rojo Cadmio:
1.
Definición y etimología: El rojo cadmio es un color cálido, cuyo pigmento se
obtiene de la mezcla del sulfuro de cadmio y el seleniuro de cadmio. Su nombre
está relacionado con dos términos provenientes del latín (cadmium) y del griego
(kadmeia).
2.
Cómo funciona: El rojo cadmio puede emplearse en diversas técnicas pictóricas,
desde el óleo hasta el fresco. Esto, unido a su resistencia a la luz, lo
convierte en un pigmento muy valorado. Como color, puede combinarse con todas
sus variantes cálidas, así como con tonalidades más frías para lograr un mayor
impacto visual.
3.
Nomenclatura dentro de la gama: De forma técnica, el rojo cadmio recibe la
asignación pigmentaria de PR 108. A lo largo de la historia, este color ha
recibido numerosos nombres, entre los que destacan los clásicos “bermellón”,
“escarlata”, “púrpura” y “cinabrio”. Actualmente, en el mundo de la moda recibe
nombres como “rojo fuego festivo”, “rojo cereza” o “rojo tango”, así como
admite la acepción de “cobre natural”.
4.
Artistas que lo emplean: El Greco hacía uso de una gama que combinaba
tonalidades muy saturadas con otras frías y oscuras (ejemplo: El expolio de Cristo). Matisse juega a
menudo con tonalidades del rojo (ejemplo: Armonía
en rojo). Monet emplea los tonos propios del cadmio, desde el amarillo
hasta el rojo (ejemplo: San Jorge Mayor
al crepúsculo). Kandinsky tiende a emplear colores brillantes y saturados,
entre los que se encuentra el rojo (ejemplo:
Paisaje). Miró suele emplear tonos de rojo destacados, aunque en muchas
ocasiones viran hacia un carmesí (ejemplo: La
serpiente que se desliza hacia la estrella cometa).
5.
El rojo en la naturaleza: La
naturaleza nos regala una infinita gama de tonalidades de cada color, y el rojo
no se queda atrás. Elementos tanto minerales como orgánicos, así como los
juegos de luces ambientales, tiñen el mundo que nos rodea de rojo.
6. El rojo en otras culturas: En China,
el rojo era considerado un color sagrado, y era propio del dios de la buena
suerte y la riqueza, el dios Bishamonten.
7. Simbología: La simbología de los
colores se relaciona directamente con la cultura. En el Renacimiento europeo,
cada color se asoció a un metal y planeta, siendo el rojo símbolo del hierro y
del planeta Marte. Simbolizaba el ansia ardiente de virtud y el corazón
entregado a Dios. Generalmente, este color se asocia al fuego, a la agresividad
y a la fiera dualidad entre la vida y la muerte, así como a la pasión amorosa y
al erotismo.

8. En la literatura, el cine y la música:
Las películas Hero, La caza del Octubre Rojo, la Lista de Schindler o Her
juegan con el simbolismo del color rojo. La recopilación epistolar Te mando
este rojo cadmio. Cartas, de John Berger, juega con las diversas
interpretaciones del rojo. Y en música: Las Cuatro Estaciones de
Vivaldi, Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvorák, la cabalgada de las
Walkirias de Wagner, Drácula de Tierra Santa o Aire de WarCry…
9. El rojo en la gastronomía:
Roja tu piel,
roja tu carne.
por la fe y por su dios
con el corazón henchido de orgullo
por sus blasones y por su tierra.
Lunas, torres o leones,
todos por igual regaron
con su sangre
la tierra de la que brotarías, fruto de
su dolor y su orgullo.
10. Como colofón, presentamos un dibujo empleando los tonos del cadmio, amarillo, naranja y rojo, para representar a una sensual y morisca Perséfone.
Nix