martes, 30 de septiembre de 2014

Ventana 2 - Iconicidad

No sabría decirte si era humano o quizás un tronco de árbol. Sus extremidades eran puntiagudas y sarnosas. El rostro era de un color pálido que contrarrestaba todo su ser, tan oscuro, tan ámbar, tan seco.

Buenas buenísimas, señorinos y señorinas, hoy divagaremos sombre los grados de iconicidad de una imagen. Antes repitamos el ejercicio de clase:

En un equipo compuesto por cinco personas, nos dieron a elegir tres temáticas: Pintura, Escultura y Videojuegos. Nosotros, que elegimos la temática de videojuegos, tendríamos que repartirnos las tareas y realizar 5 transiciones distintas del grado de iconicidad de cada imagen (Escenario, Elemento inanimado y personaje humano o animal). La quinta persona se encargaría de dejar por escrito los acuerdos y conclusiones necesarios para llevar a cabo el proyecto. A continuación expusimos nuestra respectiva contribución al ejercicio.     

En esta imagen os detallo el procedimiento de mi intervención en el proyecto.


Iconicidad, iconicidad, iconicidad, no paro de decir lo mismo y me acomodo en obviar su explicación, ya he abusado suficiente de nuestra palabra protagonista de hoy:
Si bien una imagen nunca representará la realidad misma, sí podemos atribuirle ciertos grados de parentesco, esto en cuestión es la iconicidad
Puesto esto sobre la mesa, podemos decir que no existe diferencia alguna entre autores como Noguchi, Elespe o Casas, sus obras son todas imágenes, solo varía su grado de lo ya rotunda y cruelmente redundado en esta entrada, la iconicidad. 

Jerónimo Elespe



 
Francisco Casas


  Isamu Noguchi


Tengo que decir, que este trabajo me ha hecho pensar. Junto a mis compañeros no paraba de darle vueltas: el por qué de este ejercicio. A parte de lo obvio, claro está, de concienciarnos de los distintos grados de iconicidad y no quedarnos siempre con uno solo y, cómo no, el hacernos trabajar en equipo cubriendo unas pautas definidas de la forma correcta. 
¿Y si sé todo esto por qué me parece que debería de haber algo más en esta clase de ejercicios, que nutriesen al artista como artista y lo hiciesen engordar? Sé que me voy a arrepentir de exponer mis pensamientos de forma tan vulnerable ante ustedes, señores. 
Pero quiero ese algo más.  

Nix 


jueves, 25 de septiembre de 2014

Ventana 1 - La Imagen

¿Qué es lo que existe invertido en los castaños espejos de aquella muchacha?  Hace días que no se lava el pelo y lo tiene inexplicablemente graso, la luz que escapa de las cortinas se cuela en ese rizo sucio y pálido, lo atraviesa y finta al rostro. De alguna forma esa pequeña salvaje se veía hermosa cuando la luz la acariciaba de costado. De alguna forma como con los cuadros de Caraballo.

¿Es esto, lo que he creado en tu mente, una imagen? 
Podría ponerme a copiar y pegar definiciones de nuestro término protagonista con palabras en latín y curiosidades mil pero creo que no estaría siendo fiel al ejercicio. Me gusta más divagar en lo obvio y así aparentar saber lo que digo.   

El texto anterior... ¿era una imagen, y yo, o ese perro gordo y gay que duerme sobre mi ropa descolocada o quizás el "Fauno de Barberini"? Ahora que narro lo que pienso, por supuesto creo imágenes mentales. Según recite el estado en en el que me encuentro esa imagen se vuelve más nítida. Si naciese de vosotros podríais recrear mi texto inicial a partir de una ilustración, es decir, creando una imagen como la entenderíamos esplícitamente hablando: Una representación bidimencional de la realidad. 
Estos son los requisitos que hacen que reconozcamos a una fotografía, un dibujo, una pintura... como imágenes. Con distintos grados de iconicidad y abstracción pero siempre imágenes.

Con esta entrada no he hecho más que revolver el experimento realizado en clase, en el cual dos de mis compañeros y yo os definíamos y reconstruíamos con palabras una imagen determinada que previamente habíamos memorizado y analizado. Vuestra labor era la de plasmar lo más fielmente posible ésta imagen fiándoos de nuestras interpretaciones. El resultado fue inmejorable técnicamente hablando, realmente todos los dibujos eran perfectamente comparables con el original. Sin embargo éste experimento iba más allá de demostrar nuestras habilidades pictóricas y nuestra capacidad para retener, desmenuzar y reproducir una idea. El objetivo definitivo era el de demostrarnos el gran y absoluto poder que tiene LA IMAGEN (y sí, en mayúsculas porque lo merece) sobre nuestro, a su lado insípido, lenguaje y nuestros medios de expresión universales. La imagen congela el momento e incluso nutre historia enteras. Incluso podemos ir más allá: Dame una imagen y sabré qué tiempo, bajo qué condiciones, qué pensamiento, qué cultura.
Sabré todo eso y miltrillojécimos aspectos diminutos que no podríamos encasillar jamás con un término o enmarcarla en cuatro. 

Nix


Y éste es un dibujín que hice en clase ese día. No hice el de la imagen :(